El mercado literario chileno se presenta como opción viable para aquellos que quieran invertir en la creación de una editorial. Los datos proporcionados por el gobierno así lo demuestran. Según estadísticas del portal cultura.gob.cl, la población general lee un promedio de 5,4 libros por año. Sí, apenas 0,2 puntos por debajo de Colombia, país que ha presentado un incremento en su índice de lectores en los últimos años.
Un 35% de los encuestados —tal y como muestran los datos del portal de cultura del estado chileno— manifestó que adquiría sus libros comprándolos en una librería. Del total, un 51% se acercaba a la literatura por los contenidos. Con estos datos, y tomando en cuenta que la población chilena se aproxima a los 20 millones de habitantes, se puede decir que empezar con el negocio editorial se hace muy factible.
Con base en lo antes expuesto, a continuación se muestra Cómo Crear una Editorial en Chile, para todos los interesados en el tema.
Crea tu editorial desde el punto de vista legal
Un aspecto fundamental para poder empezar con buen pie la creación de tu editorial en suelo chileno, es hacerlo bien desde el principio. Para ello, es importante disponer de los siguientes elementos desde el punto de vista legal:
Ten a la mano tu RUT
Si ya eres ciudadano chileno, debes estar identificado con este documento. No obstante, los extranjeros que deseen abrir una editorial en Chile, necesitan conocerlo. El RUT —las siglas del Rol Único Tributario— te permiten ser identificado por el estado chileno como un contribuyente formal.
Además, con este documento podrás ejercer relación directa con los entes reguladores. Por supuesto, también ser supervisado y comenzar los trámites para la creación de la editorial. Si eres extranjero, y deseas obtener un RUT, este es el documento que debes llenar: Formulario 44151.
Crea el documento de tu editorial
Si deseas empezar tu editorial, es necesario crear un documento que demuestre la constitución de la empresa. Esto se lleva a cabo con un abogado calificado. Allí es necesario especificar si se trabajará como persona natural o como una persona jurídica, pues los impuestos variarán, así como las responsabilidades.
Persona “natural” o “jurídica”, un factor determinante
Es importante que factor “persona natural” o “persona jurídica” esté claro desde el principio. Por ejemplo, si la editorial pertenecerá a una persona natural, el mismo RUT del ciudadano le servirá a la empresa. Si, por el contrario, la editorial pertenecerá a una persona jurídica, se deberá sacar el RUT propio de la empresa en cuestión.
Se debe tener en cuenta que hay un límite en la producción de la editorial si se es persona natural. Esto, a efectos de los impuestos. Obviamente, llegados a este punto, el nombre de la editorial tiene que estar ya claro para el solicitante, así como otros aspectos claves que se mencionarán más adelante.
Es importante acotar que el monto de los impuestos que se han de pagar cambia si la persona que desea abrir la editorial no radica formalmente en Chile.
Legalización del documento e inscripción en el Registro de Comercio
La legalización de la editorial se hace en la notaría, y, comúnmente, lo lleva a cabo el abogado escogido para la redacción del mismo. Luego de que el notario dé el visto bueno a los documentos, se pasa al siguiente escalón: inscribir la editorial en el Registro de Comercio.
Con este paso, ya la empresa toma un carácter legal ante el estado chileno. El costo varía según el capital del solicitante. Normalmente, esto tarda de 3 a 7 días. Además, debe hacerse en los próximos 60 días posteriores a que el notario avalara el documento. Esto es clave.
Requisitos para el Registro de Comercio
Algo importante que se debe tener en cuenta para lograr una inscripción eficaz de la editorial en el Registro de Comercio, es llevar los siguientes requisitos:
- Dos copias del documento de la editorial que estén autorizadas por el notario en cuestión.
- Una escritura formal de la constitución de la sociedad de la editorial y Formulario Nº2. (De la Ley Orgánica de Valores y Seguros).
Publica el documento en un diario local
Luego de la constitución del documento de la editorial y su legalización, este debe publicarse en un diario local. La notaría es la que se encarga de la solicitud de dicha publicación. El dueño, sea persona natural o jurídica, debe guardar unas copias. ¿Qué se logra con esto? Simple, que sea público y notorio que la empresa existe en suelo chileno. El periódico dará constancia de ello.
La publicación también puede ser digital, en caso tal, se guardan los enlaces. Aunque no está mal —por seguridad— solicitar un par de copias físicas.
Registrarse en la Agencia ISBN del portal de la Cámara Chilena del Libro
El segundo paso que debe dar todo aquel interesado en crear una editorial en suelo chileno, es registrar su ISBN. Para ello, el interesado debe acceder al portal camaradellibro.cl, en su apartado Agencia ISBN. Allí se da la opción inscribir una editorial de manera formal, o de registrarse como un particular que simplemente desea autopublicarse.
Ficha de registro
El portal facilita una ficha que se debe descargar para posteriormente rellenar sus datos. En ella se solicita la información básica de la editorial, destacando:
- La razón social.
- El RUT (Registro Único Tributario). Recordemos que este varía si es de una persona natural o de una jurídica.
- Datos de ubicación. Obviamente, se refieren al sitio oficial desde donde funcionará la editorial.
- Datos de caracterización. Estos están relacionados con la fecha de fundación y las actividades principales de la editorial. Además de la naturaleza jurídica de la misma.
- Líneas temáticas. Este es otro aspecto que debe estar claro desde el principio, habiendo hecho, por supuesto, un buen estudio de mercado de los gustos lectores de la sociedad chilena.
- Sellos editoriales. Allí se especifica el nombre que se le dio al sello. También puede ser bajo cuál nombre se estará editando. También, se debe mencionar el número de ejemplares que se planean producir por año. En este apartado se especifica si se pertenece a un grupo editorial.
- Aquí se deben mencionar los nombres del representante legal de la editorial, así como también el representante ISBN.
Ficha para escritores que desean autoeditarse
También se presenta la opción para aquellos autores que desean hacer una autoedición. Para ellos, el portal ofrece esta ficha, mucho más simple, solo para datos básicos.
Presentar formalmente las fichas
Luego de rellenar los datos solicitados, es necesario hacer la presentación formal de dichas fichas. Para ello, el interesado en abrir la editorial debe dirigirse a las instalaciones de la Cámara Chilena del Libro. Estas se encuentran en Santiago, Alameda 1370, en la oficina 502.
Después de ser recibidas, el personal calificado vacía todos los datos de la editorial en el sistema. En cuestión de poco tiempo, estos son aprobados. Luego de esto, se hace entrega del ISBN. Además, al responsable se le da una certificación que valida este otorgamiento. Claro, todo ello se lleva a cabo luego de que se haga el pago respectivo del costo de la transacción. Recordemos que este último está sujeto a múltiples variantes.
Ya inscrito, se está autorizado para poder registrar obras
Si bien el proceso ha parecido un poco largo, como ven, no es para nada complicado. Solamente deben seguirse los parámetros impuestos por el estado chileno y así cumplir con todo lo referente al apartado legal.
Ahora bien, luego de la inscripción, pueden registrar los libros que se deseen. Para ello se debe llenar —en cada oportunidad y por separado— esta ficha. En este documento se coloca toda la información pertinente del libro, nada escapa. Por ende, se debe ser muy meticuloso al hacer el llenado respectivo de los datos. Entre los aspectos puntuales, destacan:
Entre los aspectos puntuales, destacan:
– Título.
– Autor.
– Ilustrador.
– Fotógrafo.
– Traductor.
– Idioma.
– Materia.
– Número de páginas.
– Tamaño.
– Tipo de papel.
– Gramaje.
– Tiraje.
– Encuadernación.
– Precio.
– Número de edición.
– Fecha de aparición.
– Lugar de edición.
– Editor responsable.
Se recomienda a los editores que el registro se lleve a cabo, preferiblemente, antes de que se imprima el libro. ¿Por qué?, simple, así en cada ejemplar aparecerán los tan necesarios datos que protegerán la obra. Ahora bien, si se hace de manera invertida, es decir, primero se imprime el libro y luego se registra, no hay problema. Puede, igualmente, llevarse a cabo el registro y después se timbra manualmente cada ejemplar.
Todo el trámite a un clic de distancia
La ventaja de llevar a cabo la creación de una editorial en Chile —luego de la obtención de los documentos requeridos por el Estado— es que, prácticamente, todo se hace vía web. Así lo dispuso la Agencia ISBN con el fin de lograr agilizar los trámites y evitar las estafas por medio de intermediarios. El editor en cuestión o la persona natural se entienden directamente con el organismo competente.
Las oficinas cuentan con personal calificado que atiende de manera óptima cada solicitud. Lo que deben hacer los usuarios es procurar entregar la documentación de manera organizada y con los datos precisos, eso garantiza que el proceso sea lo más transparente y eficaz posible.
Plazo de hasta 24 horas en la creación del ISBN de cada obra
Parte de los avances pertinentes realizados por la Cámara Chilena del Libro es garantizar que, si los datos son los correctos, cada ejemplar obtenga su ISBN en tan solo 24 horas. Los usuarios pueden realizar un seguimiento vía web del trámite, un plus que resulta muy bueno.
Claro, es importante acotar que se realiza una solicitud a la vez por cada usuario, así se evitan malentendidos y se mantiene la eficacia del sistema.
Aspectos a tener en cuenta en el proceso de registro, según la perspectiva de un editor
Carlos Caguana, de Letra Grupo Editorial, considera prudente tener en cuenta la cantidad que se pretende producir a efectos de los impuestos vinculados a la masificación. Esto, por supuesto, antes de decidir si se trabajará como persona natural o jurídica. Además, recomienda crear buenas relaciones con la imprenta asociada. Esto, claro está, es referente al proceso de producción en sí.
Y es muy lógica su apreciación, sobre todo para aquellos nuevos editores que desean adentrarse en el mundo de las editoriales independientes. Tratar de asumir cargas que luego no se podrán manejar, pude poner en riesgo el proyecto, ni hablar de los impuestos referentes a las empresas jurídicas. En Chile pueden llegar a un 27%, que, si bien son cancelables si hay buena producción, de no ser así, resultan una carga.
Otra opción que recomiendan lo editores independientes, es la impresión en pequeñas tandas. Está muy de moda y es práctico. Solo se imprime lo que es solicitado, eso evita que se atiborren los estantes de libros y garantiza las ventas.
Dragona, el apoyo perfecto de las editoriales independientes
Como un perfecto artificio de ayuda para los editores independientes, fue creada “Dragona”. Así es llamada esta máquina que tiene la facultad de hacer un libro desde cero y en tan solo 10 minutos. Las posibilidades de este artilugio son enormes, pero la más importante es evitar la impresión innecesaria de libros. Este aspecto es importantísimo, sobre todo en esta época donde se ha procurado evitar el abuso en el uso de las materias primas en pro del medioambiente.
Crear una editorial en Chile: un emprendimiento simple y seguro
Tal y como se ha podido apreciar, los requisitos necesarios para la creación de una editorial en Chile son los justos. Es un proceso que amerita enfocarse en tener a la mano lo que solicita, primeramente, el gobierno chileno, y luego buscar la asesoría de un abogado calificado para que fluya la legalización.
Del resto, el registro del ISBN de la editorial ha sido simplificado por la Cámara Chilena del Libro en pro del bienestar de los editores y autores que se autopublican. El panorama de la industria literaria en Chile es prometedor para los que quieran invertir en una editorial, los números no mienten. Lo único que se requiere es hacer un buen estudio sobre los gustos del público, una buena campaña de márquetin, esperar a que los libros lleguen a las manos adecuadas y las ventas rindan sus frutos.