En la industria literaria los libros cristianos se han fijado un gran puesto, siendo este un género muy demandado por los lectores. Seguidores o no de esta religión, al año millones de personas adquieren libros con contenido espiritual, inclinados al cristianismo. Todo esto ocurre, mayormente, con el fin de encontrar entre sus páginas: paz, consuelo, el sentido de la existencia y hasta al mismo Dios.
Así como esta religión se extiende en muchas variantes y tendencias, el género literario cristiano también. Básicamente estos libros se clasifican según el propósito de su contenido.
Por ejemplo, los libros de ficción cristiana son historias inventadas que llevan un mensaje espiritual. Existen también los de índole investigativo, los cuales generalmente están sustentados en estudios bíblicos y teológicos. Asimismo, hay libros cristianos que responden a preguntas cotidianas y a menudo tienden a ser etiquetados como libros de autoayuda.
Es probable que muchos autores en el mundo sean fieles creyentes de esta religión. Sin embargo, no todos tienen la capacidad de escribir un libro cristiano, los que sí, en su mayoría admiten sentir un llamado divino. Pero, para todo hay una primera vez. Por esa razón te orientamos sobre cómo escribir un libro cristiano.
Planifica todo lo relacionado con tu obra
Antes de iniciar a escribir tú obra, es necesario e importante armar un plan de escritura, sobre todo si se trata de un libro cristiano. Dios es un dios de orden y siempre que se haga algo de manera planificada y respetando dicha proyección, saldrá bien.
Muchos autores se toman a la ligera la importancia de planificar y cometen el error de descartar este paso que es imprescindible. Esto puede ocasionar problemas en la redacción, en el desarrollo de las ideas, en el tiempo de escritura, e, incluso, puede acabar con la dirección de la temática y finalmente con la obra.
Una buena planificación te ayudará a cumplir con todos los objetivos que te propongas con respecto a tu libro. Además, también debes pensar y preguntarte ciertas cosas antes de poner manos a la obra. Sí, seguro estás decidido a escribir un libro cristiano, pero ¿ya tienes en mente de qué va a tratar?
A continuación te enseñamos cuales son los pasos y los puntos a tener en cuenta en la planificación de un libro cristiano.
1.- Haz un plan
Deja todo lo que piensas hacer por escrito, incluyendo las ideas y un poco del rumbo que deseas tomar en tu libro. No es necesario que escribas toda la obra a mano, de hecho, es probable que solo tengas un enfoque de cómo iniciará el libro o quizá no.
Lo importante es que coloques lo primordial con respecto a la obra, algo como un esquema de los primeros pasos que quieres dar. A medida que vayas pensando y conectando los puntos, los irás agregando a tu esquema o plan de escritura. Esto con el objetivo de que tengas claro cuáles son tus trabajos y hagas uno a la vez.
También es buena idea que coloques al lado de cada tarea un tiempo estimado para completarla. Si bien el tiempo de Dios es perfecto, no es bueno que te apures ni que te atrases. Analiza bien cuanto podrías tardar en hacer, por ejemplo, el primer capítulo. Si no terminas al tiempo, no te preocupes, no será el fin del mundo, pero la idea es respetar y cumplir con lo planeado.
Haz copias de esa nota y pégalas por doquier, de esta forma siempre recordarás el compromiso con tu libro cristiano. Ante todo, debes llenarte de determinación y tener mucha disciplina.
2.- Elige un tema
Es el momento de preguntarte a ti mismo: ¿sobre qué quieres que sea tu libro cristiano?, ¿cuáles cosas deseas tratar?, ¿cuál es el mensaje de tu obra? o ¿qué es lo que te demanda Dios que les digas a tus lectores?, finalmente, sus creyentes.
Quizá ya sepas exactamente que responder a todas estas preguntas o quizá no. Si la respuesta es no, no te alarmes, pronto aclararás ese cuestionario. Lo primero que debes hacer es conectar contigo mismo e identificar qué o cuales son las cosas que te apasionan y colocar dicha pasión en tu libro cristiano.
Plantéate incógnitas, problemáticas y medita hasta conseguir el tema que realmente quieres y sientes que debes desarrollar.
3.- Investiga
Una vez que ya tengas un tema, tu mente podrá estar más lucida y ordenada con respecto a tu obra. Cuando finalmente consigues de qué hablar, la mente se mantiene concentrada en ello. Por esa razón, inmediatamente luego de que consigas el curso que tomará el contenido de tu obra deberás investigar sobre ello.
La lectura te será de mucha ayuda, no solo para instruirte en la materia, sino también para llenarte de ideas con relación a tu título. Leyendo a otros autores irás descubriendo nuevas cosas que poco a poco se irán sumando a las ideas o al tema central de tu libro.
Lo importante de esto es que en definitiva puedas sustentar tu título en algo más que lo que tú dices. Recordemos que, sin importar que tipo de libro cristiano sea, el propósito de todos ellos es evangelizar y transmitir la palabra de Dios. El principal recurso que se utiliza en las producciones literarias cristianas para sostener una idea, sacar y responder preguntas, no es más que la Biblia.
Sin importar que versión sea, por medio de las sagradas escrituras se logra conseguir todo lo necesario para desarrollar un libro cristiano de principio a fin. Una obra cristiana correctamente respaldada con citas bíblicas será un título llamativo y confiable.
Lee mucho, no importa que no sea material cristiano, o que no esté relacionado con tu temática. Todo lo que pueda ayudarte a mejorar tu escritura y ampliar tu mente te servirá.
Inicia en la escritura
Poco a poco ve abriendo espacios de redacción y cumpliendo con tu plan de escritura. Sabemos que empezar a plasmar tus ideas puede ser abrumador, pero se hace fácil una vez que ya tienes un plan con horarios y toda lo concerniente al caso. Pero, realmente, cuando muchos autores llegan a este punto no saben ni cómo empezar.
De hecho, es exactamente en este punto donde se tiende a observar los efectos del síndrome de bloqueo. Si ese ha sido tu caso, tranquilo, a todos nos pasa y no es nada que no tenga remedio. Solo relájate y deja que las palabras comiencen a fluir. Si la temática que has escogido realmente te apasiona, el libro prácticamente se escribirá solo.
A continuación te brindamos 3 recomendaciones que ayudarán a que la producción de tu obra tome su cauce. No es de carácter obligatorio que las cumplas al pie de la letra, ni en el mismo orden.
1.- Prólogo
Empezar por el prólogo es lo más lógico, puesto que prácticamente estas son las primeras palabras con respecto al libro que ve el lector. Deja las dedicatorias y agradecimientos para después y enfócate en crear una buena introducción para tu libro cristiano.
Recuerda, que estas páginas también son las que se ven de forma gratuita, como una muestra de la obra en las tiendas online. Por lo cual, debes dejar una buena impresión para que tu lector se anime a leerte. Si hay algo que atrapa al lector de un prólogo son las preguntas.
Llénate de incógnitas con relación al tema de tu libro cristiano y expláyalas todas en esa pequeña introducción. De esta forma, les provocarás la curiosidad a los lectores de leer las respuestas de ese cuestionario en las próximas páginas.
2.- Contenido
Tú decides que tan larga será tu obra, cuando llegues a la zona en la que debes empezar a escribir los capítulos, ya estarás prácticamente a la mitad del libro. En este punto lo más recomendable es dar respuesta a cada una de las preguntas que te planteaste anteriormente en el prólogo.
Sin embargo, no hay nada de malo con que te desvíes un poco para plasmar otras ideas, especialmente si sientes que Dios te dirige. En un libro cristiano puede que seas tú quien esté escribiendo y a quien se le atribuya la autoría, pero no serás tú el dueño ni el propulsor de dicha obra.
Prácticamente, en este libro no mandas tú, así que deja las riendas y el mando bajo el poder divino. Escribe con pausa y sin prisa, hasta conseguir plasmar de la forma más conveniente tus ideas. Borra palabras, líneas, párrafos e incluso páginas de ser necesario y no olvides leerte a ti mismo, preferiblemente en voz alta.
3.- Epilogo
El epilogo o la conclusión vendría siendo el final de un título, en este espacio irás resolviendo y atando cabos con todo lo expuesto anteriormente. Si se trata de una novela también esta debe ser la última etapa en la que vas cerrando la historia y concluyendo hasta terminarla.
Al llegar aquí debiste haber respondido todas y cada una de las preguntas que te hiciste al comenzar. Es bueno que también recalques cuales fueron las respuestas y finalices con tu mensaje.
Dale los últimos toques a tu libro cristiano
Una vez que ya tengas toda la estructura del libro puedes iniciar a dar esos pequeños, pero importantes detalles, que también contribuyen a la formación de una obra. Por ejemplo, el título, la portada y el diseño del libro.
El título de una obra es su presentación, por medio de él es que los lectores se animan a abrir y leer el libro. Un título debe ser concreto y preciso, es decir, que tiene que guardar relación con el tema del libro, pero al mismo tiempo debe ser corto.
Elegir un buen título puede resultar difícil, a veces puede escogerse antes de escribir la obra, al principio, durante e, incluso, al finalizarla. Por esa razón, se aconseja que vayas anotando todas las ideas y al final selecciones la que mejor quede. Si tienes problemas para elegir el título de tu libro cristiano, no dudes en buscar dirección en Dios.
Una buena portada, sin duda, ayuda a atraer y, por consiguiente, a vender. Si bien el propósito de los autores cristianos es distribuir la mayor cantidad de libros posibles, no necesariamente es por el dinero, sino por la difusión del mensaje de Dios. Escoge una portada que invite al ojo y que vaya acorde a la temática del título.
Con respecto al diseño, lo importante es que todo el libro esté en sintonía, sobre todo en la sección del contenido. Es decir, que el aspecto de cada página se mantenga en orden y sea igual en cada uno de los capítulos. Puedes hacer el diseño por tu cuenta con herramientas webs o contratar a un experto. Todo dependerá de tu preferencia y de tu presupuesto.
Lee y revísalo todo
Una vez que hayas concluido todo el libro déjalo reposar, descansa tu mente y al cabo de unos días concéntrate en leer y revisar desde el inicio hasta el final. Aguardar un tiempo antes de hacer esta tarea te ayudará a estar más lúcido y detectar cualquier error o incongruencia.
Corrige todos los aspectos que creas conveniente y revisa la ortografía. Si deseas puedes buscar un lector cero, un amigo o alguien experto que lo lea y te brinde su opinión sincera. Este feedback te ayudará a saber si tu libro cristiano cumple con su propósito, amerita solo una pequeña pulida o necesita ser más trabajada.
Deja todo en manos de Dios
Es absurdo que escribas un libro cristiano sin seguir a Cristo, como también lo es que difundas un mensaje, pero no lo apliques en tu vida. Si eres de esos autores que ha sentido el llamado de Dios a la escritura, no dudes en dejar todo en sus manos.
Esto no significa que Dios hará todo el trabajo, pero será él quien te guíe y alumbre en el camino. Además de mantener la fe, debes armarte de disciplina y determinación ante todo para poder culminar la tarea que se te ha encomendado. No olvides conectar con tu lector de manera personal, finalmente es a ellos a quienes se busca deleitar, educar y transformar sus corazones a Cristo.
Por último, pero no menos importante, asegúrate de buscar siempre la mejoría. Los tips y consejos que te hemos dado te servirán de ayuda, no obstante puedes también tomar cursos de escritura.
Una vez que ya hayas escrito tu obra, y la tengas lista, no titubees en buscar la forma de difundirla por el mundo. Encuentra buenos profesionales de la edición que se especialicen en libros cristianos, y corrige tu obra antes de la distribución. En esta lista podrás encontrar 19 editoriales de libros cristianos.
Para mayor información consulta esta guía de cómo publicar un libro cristiano.
Juan Ortiz
Licenciado en educación mención lengua y literatura, de la Udone (Universidad de Oriente, Núcleo Nueva Esparta, Venezuela).
Profesor universitario en las cátedras de historia, literatura española y latinoamericana, además de música (armonía y ejecución de la guitarra).
Escritor, destacando en narraciones urbanas, novela y poesía. Libros: En la Boca de Los Caimanes, novela; Transeúnte, cuentos urbanos; Evocativos, poemario; Cayena de Sal, poemario; La casa en que estuve, el pueblo en que vivía, poemario; La cama, poemario; Roca de la Sal, poemario; Del Hombre y Otras Heridas del Mundo, poemario; Orilla Sagrada, poemario; Aslyl, poemario; Suite del Refugio, composición musical para guitarra solista.
Columnista del diario Sol de Margarita, con la columna “Transeúnte”.
Autor destacado en investigaciones referentes a historia y literatura en Lifeder.
Corrector de estilo, destacan en esta labor los libros: Sola Poeta I y II (July Karina Rondón); La vida por la piel y Relatos de otros mares (Joaquina Doval); Cien Lágrimas en una pincelada (Saida Salomón); Mi musa se fue con mi amante (Elizabeth Vivas); Huellas (Gisela Trujillo); Hilos de locura (Luis Salazar), Mi nombre es Jesús y vine a salvar tu alma (Rafael Ríos), Cuentos reales, (Jean Devenish).