¿Qué impulsa a las personas a leer un libro?, ¿entretenimiento, quizá? Pues, sí, en la gran mayoría de las veces. Pero, también puede ser la necesidad de obtener información. Por años las obras textuales han sido el medio perfecto para divulgar el conocimiento.
A pesar de la llegada de la Revolución Industrial 4.0 y del internet, los libros físicos siguen siendo una imprescindible fuente de investigación —de las más confiables—. En este formato, los libros de no ficción se encuentran entre los más solicitados por los lectores. Las obras escritas en este género versan sobre hechos de la vida real, historias verdaderas, cosas palpables y teorías bien infundadas.
En este artículo encontrarás las pautas necesarias no solo para saber cómo escribir un libro de no ficción, sino también para que este —sea físico o digital— triunfe en los anaqueles.
¿Qué es la no ficción?
Antes de sentarte a escribir un libro de no ficción, es importante que como escritor entiendas perfectamente de qué va este gran género literario. Ahora bien, la no ficción no es más que un tipo específico de contenido que se basa en algo netamente natural y verdadero.
Es una forma tradicional de la narrativa en la que el autor asume, con los fundamentos pertinentes, la veracidad de absolutamente todo lo que haya escrito. Eso incluye los hechos, en primera instancia, los personajes que ahí se nombren y, en general, toda la información posible que gire en torno a lo sucedido.
Cualquier detalle que el autor desee colocar —por más mínimo que sea— y del cual esté consciente que no es verdadero, puede ser tomado como una falta de honestidad.
A menudo el término “no ficción” es utilizado por las librerías y grandes empresas difusoras de libros para separar aquellas obras más literarias de las más intelectuales. ¿Por qué sucede esto? Pues, porque la mayoría de los libros de no ficción que solemos ver son de contenido científico, textos de estudios, ensayos de historia y escritos técnicos. Básicamente, todo el material literario que se utiliza para la difusión de un conocimiento o el ejercicio de una rama de estudio específica pertenece a este gènero.
Diferencias entre no ficción y ficción
La literatura en general se divide en dos grandes secciones: ficción y no ficción. A partir de estas dos se desglosan todos los otros géneros y/o temáticas que podemos encontrar en libros. Como escritor, es importante saber las diferencias entre ambas, así como sus limitaciones, para no ligar la una con la otra y de esa manera mantener una narración coherente.
Cuando hablamos de ficción obviamente nos referimos a todo lo contrario a la no ficción. Es decir, el contenido escrito creado a partir de algo imaginario y artificial. Hace referencia básicamente a una realidad inventada, en la que cualquier cosa es posible si su creador lo desea.
En lo que más difieren la ficción y la no ficción es, por supuesto, en la producción de las mismas. Mientras que el escritor de ficción se esfuerza en plantear sus ideas de una manera abstracta o por partes, con el objetivo de que los lectores conecten toda la trama en su mente, los autores de no ficción más bien están obligados a brindar toda la información pertinente de una vez y sin tantos rodeos.
Con respecto a la lectura, una de las características más notables entre una y la otra es que, por ejemplo, los lectores de ficción deben estar siempre muy atentos a la secuencia de ideas para poder interpretar o imaginar lo que quiere decir el autor. En cambio, en el caso de la no ficción, el lector puede comprender todo el texto sin necesidad de esforzarse tanto.
La literatura de no ficción —en términos generales— debería ser un escrito entendible, claro, sencillo y lo más honesto posible. La ficción es completamente lo opuesto, puede ser compleja, indirecta y estar inspirada en una invención. Ahora bien, es difícil saber cuáles son los límites entre la una y la otra, pues muchas veces la línea entre la verdad y el mito es muy fina.
Un ejemplo claro de esto se puede hallar en las obras de no ficción biográficas, donde es difícil saber qué tanto de la historia de un personaje es cierta o no.
Un punto medio entre la no ficción y la ficción
Suele ocurrir que aquellos que se dedican a escribir libros de no ficción hagan cambios minúsculos en el curso de la historia. Esto es una equivocación, claro está, pero es admisible. Por supuesto, cuando ocurre, la obra automáticamente deja de pertenecer a la categoría de no ficción y pasa a ser entonces de semi-ficción.
Generalmente, y debido a que se trata de plantear situaciones reales de la vida, los autores deciden realizar ciertos cambios para proteger la identidad de los personajes o mantenerse a ellos mismos fuera de la narración. Son detalles simples, como sus nombres, la descripción física de la persona —estatura, color de ojos, piel o cabello— o, inclusive, el lugar donde transcurren los hechos.
Siempre y cuando se sustituyan por cosas creíbles, que sean posibles y existan en este mundo, entonces no hay problemas.
¿Quién puede escribir un libro de no ficción?
Cualquiera. Triunfar en el mundo literario ya no supone un reto o una meta inalcanzable para un novel escritor. De hecho, esta industria ha evolucionado tanto con la llegada de la era digital que actualmente cualquiera puede ser capaz de escribir, corregir, publicar su libro y llamarse así mismo un autor.
Así es, todos pueden ser escritores, sin importar su edad, su nivel de estudios, su profesión o su capital monetario. Por supuesto, esto no quiere decir que su obra sea reconocida y alabada por la crítica. Pues, no todos tienen lo necesario para ser un gran autor. Pero, eso sí, un gran autor puede ser cualquiera.
Quienes se inclinan a escribir títulos de no ficción son, por lo general, personas profesionales de diferentes campos de estudio, gente capacitada en un trabajo específico o con cierta experiencia en el área. Por ejemplo, aquel que es psicólogo puede escribir un libro de autoayuda. El jardinero puede escribir un libro sobre jardinería. El que es vegetariano puede publicar un recetario, y así sucesivamente.
No es necesario que esta persona tenga gran reconocimiento académico o sea la mejor en lo que hace, ni mucho menos que su trabajo se avalado por expertos. Obviamente, lo más prudente sería que sepa de lo que está planteando y que, si no lo ha comprobado por sí mismo, tenga al menos una buena fuente de confianza.
¿Cómo escribir un libro de no ficción?
Sin importar el género literario, puede ser muy difícil empezar a escribir, especialmente si eres alguien que jamás se había planteado la idea de publicar un libro. Pero, ya con tan solo tener las ganas de dejar plasmado lo que sabes y tener la ilusión de verlo en el anaquel de alguna librería, ya es más que suficiente.
Escribir un libro de no ficción es una tarea sencilla que incluso puede realizarse en menos de un mes teniendo organización y una buena capacidad de expresión. No obstante, como sabemos que puede ser abrumador no saber por dónde empezar, te dejamos una serie de pasos que te guiaran de apoco a la publicación de tu título de no ficción.
1.- Deja por escrito (en físico) las ideas principales a desarrollar
Consigue lápiz y papel, preferiblemente un cuaderno de notas exclusivo para esto, y empieza a anotar tus ideas. También puedes hacerlo en digital, pero en físico las probabilidades de que lo recuerdes y le des más importancia son mayores. Además, no siempre es posible estar pegado al monitor, el papel en cambio, puede conseguirse en cualquier lado.
Bien, en ese cuaderno puedes escribir todo lo relacionado a tu libro de no ficción, los posibles títulos y los temas que te gustaría tratar.
2.- Realiza una investigación
Para escribir un libro de no ficción la investigación es una de las cosas más importantes. Es necesario tener certeza de lo que se diga y, si es posible, pruebas contundentes de todo. Además, también es de primera necesidad que el contenido sea de lo más actual.
Por lo tanto, no importa si eres un autor con experiencia o un experto en la materia, necesitarás indagar todo lo posible en la temática del libro, incluyendo otros puntos de vista. Nadie lo sabe todo acerca de algo.
3.- Dale un nombre conciso al libro
Al colocarle un título a la obra, ya estarás definiendo el tema del que vas hablar. Ten en cuenta que el nombre de éste debe ser exactamente lo que es, nada de títulos raros o expectantes. Un libro de no ficción debe ser claro y conciso desde la portada, hasta la última página.
En este punto debes definir también cuál es el objetivo que como autor deseas dejar con tu libro y toda la información que quisieras compartir. No te frustres por no tener completamente claro lo que te gustaría colocar, esto lleva tiempo.
4.- Define los capítulos
Los libros de no ficción tradicionalmente están seccionados en capítulos. Cada capítulo desglosa una sección de la temática. Como escritor debes tener en cuenta cuantos capítulos te gustaría tener en tu título o cuántos de ellos necesitas para poder abarcar toda la información necesaria.
Asimismo, es de gran importancia definir de qué tratará cada uno de ellos. De esta forma, cada vez que acabes un capítulo no te sentirás perdido y sabrás exactamente por donde comenzar. Además de que tus ideas podrán seguir la estructura ya antes estipulada y no habrá huecos o incongruencias con el libro.
Formula 10×10
Lo bueno de escribir no ficción es que no necesitas grandes instrucciones en cuanto al estilo del texto, como es el caso de los poetas o novelistas. De hecho, existen unas cuantas técnicas ya establecidas que te pueden ayudar a realizar un título de no ficción en muy poco tiempo. Una de ellas y quizá la más popular de todas es conocida como la formula 10×10.
Ana Nieto, experta en marketing digital y creadora de Triunfa con tu ebook, fue la primera en hablar de esta fórmula hace un par de años atrás. Consiste en dos simples pasos:
- Escribir las 10 preguntas que mayormente te hacen tus usuarios acerca de tu servicio, producto, trabajo o negocio.
- Escribir las 10 preguntas que según tú deberían hacerte todos tus usuarios acerca de tu servicio, producto, trabajo o negocio.
Cuando ya tengas listas esas 20 preguntas, el siguiente paso no es más que utilizarlas como los índices de tu libro. Cada una de ellas será un capítulo en tu libro. Lo más apropiado es escribir una media de 1000 palabras por cada pregunta o subtítulo. De esta manera podrías obtener al menos un total de 20000 palabras, que es lo mínimo aceptado para un libro de no ficción.
Lo bueno de esta fórmula es que te permite como autor establecer desde el principio toda la estructura del libro y, además, te enfoca en el contenido que le podría interesar a tu potencial público lector.
5.- Escribe y edita tu libro
Si eres un nuevo autor no seas tan crítico con tu trabajo. Deja que todo fluya y termina tu libro a toda costa. Una vez hayas terminado, déjalo reposar y revísalo y corrígelo hasta que quede lo mejor posible para ti. Luego, puedes pasárselo a otra persona de tu confianza, un amigo o familiar, para que lo lea y te dé su opinión. Recuerda que muchas veces no podemos reconocer nuestros propios errores.
Por último, pero no menos importante, recurre a un editor de textos profesional o corrector para que pula tu obra. Nadie quiere leer un libro sin una correcta edición. Una vez listo, no dudes en sacarlo a todos los posibles mercados.
Escribir un libro de no ficción puede ser tu puerta al éxito
Quienes tiene la valentía de escribir un libro de no ficción sobre lo que hacen, a lo que se dedican o simplemente referente a algo que les apasiona, pueden correr con la suerte de ser reconocidos en su campo de trabajo y también en la industria literaria gracias a sus aportes.
De hecho, todo el que sea bueno en algo, tenga un negocio, ofrezca un servicio, sea profesional o simplemente tenga ganas de decirle algo al mundo, debería escribir un título. Este método de difusión, si bien es uno de los más antiguos, hoy continúa siendo muy efectivo.
Mucha gente que anteriormente no era conocida por su trabajo, ha sido descubierta gracias a que se han atrevido a escribir un título acerca de lo que hacen o de quienes son. Básicamente, un libro de no ficción puede ser el currículum o presentación de una persona y también el boleto de entrada a una vida llena de éxitos.